El bosque de Yurtas descubre estos tradicionales y ecológicos refugios nómadas de Asia central, un atractivo para que los niños realicen en el bosque talleres y experiencias mágicas.

Vivir una experiencia con la Yurta es una buena manera de rehabilitar la relación entre el hombre y la naturaleza. Por el momento, nuestras almas navegantes han elegido la Yurta como la instalación mas ecológica y nuestro horizonte está constituido por una vida sana en la que queremos trabajar con los niños/as, la bioconstrucción, el yoga y la agricultura ecológica, convencidos de que la dedicación a actividades diversas contribuye a un enriquecimiento profundo y real del ser. Como decía Hundertwasser: “La armonía con la naturaleza es la clave de la felicidad y la belleza es el camino que nos conduce a ella”.